Katarína Löfflerová
Katarína Löfflerová fue una superviviente del Holocausto que sobrevivió a varios campos de concentración. Vivió toda su vida en Bratislava y hablaba varios idiomas. Era una centroeuropea de corazón.
¿Quién hizo la entrevista?
Martin Korcok
Año de la entrevista
2004
Ubicación de la entrevista
Bratislava, Eslovaquia
Katarína Löfflerová nació en Bratislava en el seno de una familia de clase media con raíces húngaras y eslovacas. Creció en Bratislava y durante la escuela primaria estudió religión y hebreo. Estudió secundaria en el instituto Evangelic Lyceum de Bratislava. Era políglota, aparte de las lenguas que ya dominaba: eslovaco, alemán y húngaro, aprendió a hablar en inglés. Löfflerová era asidua de varios clubes deportivos donde jugaba al tenis y nadaba. Como era costumbre entre las muchachas de su estrato social también tomaba clases de piano. En su casa, tenía una institutriz y una criada.
Löfflerová tenía una hermana menor, Alžbeta, y mantenía una estrecha relación con su familiares, con los que regularmente iba de vacaciones a varios lugares de Eslovaquia y Hungría. La familia no era religiosa y solo guardaba el ayuno en Yom Kippur y visitaba el templo solo unas pocas veces al año durante las grandes fiestas. La casa no era kosher en absoluto, e incluso, en ocasión, tuvieron un árbol de Navidad.
Antes de la guerra no se topó con ninguna actitud antisemita. Los círculos sociales de sus amistades solían ser mixtos. Sin embargo, los amigos cercanos de sus padres eran solo judíos.
Después de terminar sus estudios, trabajó en la fábrica Klinger y se casó con el judío Oskar Klopstock. Su hermana también se casó en una ceremonia judía. Löfflerová era muy sociable y activa, pero no estaba involucrada políticamente en ninguna corriente de ideología política.
Después de la división de Checoslovaquia y la instauración del Estado Eslovaco, Löfflerová tuvo interacciones positivas y negativas con los no judíos. Sentía miedo cuando paseaba con la estrella amarilla en la solapa (que no llevaba puesta hasta que se topaba con los guardias), su familia vivía aquella situación con terror y ansiedad. Sin embargo, decidieron no emigrar y se quedaron en Checoslovaquia (más tarde Eslovaquia). En 1942, en un acto de gallardía logró salvar a su esposo, padre y cuñado de las deportaciones en el momento en el que iban a ser trasladados a los campos de trabajos forzados.
En 1944, tras la ocupación alemana de Eslovaquia, Löfflerová será deportada a Auschwitz junto con su madre, tía, padre y esposo. Su hermana, en cambio, consiguió esconderse. En Auschwitz, su familia fue asesinada de inmediato, ella consiguió salvarse. Después de 10 días, Löfflerová será trasladada con otros prisioneros a trabajar a una fábrica militar cerca de Dresde. Más tarde será deportada a Mauthausen, desde donde consiguió escaparse al campo de prisioneros políticos checos, donde fue liberada.
Después de la liberación, regresó a Bratislava, donde conoció a su segundo marido, Ladislav Löffler, un judío no observante. La pareja se quedó en Checoslovaquia y tuvo una hija, Anna, que creció como no religiosa. Löfflerová trabajó durante más de 25 años como guía turística, utilizando sus habilidades lingüísticas. Ella siempre fue abiertamente judía, incluso durante el comunismo, y no ocultaba sus visitas al templo en días festivos. No se topó con actitudes antisemitas, ni con ninguna otra experiencia negativa por el hecho de ser judía.
Nunca se convirtió en miembro del Partido Comunista (aunque lo consideró en la década de 1940) y participó activamente en las protestas durante la Revolución de Terciopelo en Checoslovaquia. Hoy en día vive en Bratislava, donde pasa el tiempo paseando y leyendo libros sobre historia y noticias. Siempre expresa su opinión, aunque ya no se siente muy cómoda con ella.
Löfflerová visitó Israel en dos ocasiones, se sentía contenta de tener la oportunidad de viajar al extranjero y lo disfrutó. Es partidaria de Israel, pero nunca tuvo el deseo de vivir allí. Dijo que probablemente sea demasiado centroeuropea para ello.