Irena Wygodzka
Mi nombre es Irena Wygodzka, de soltera Beitner, aunque me suelen llamar Eni. Erna era el nombre que solía aparecer en los documentos, en la cédula de identidad, pero tanto para mis amigos como para mi familia siempre he sido Eni...
Entrevistadora: Zuzanna Schnepf
Varsovia, 2004
Irena -o Eni- Wygodzka, de soltera Beitner, nació en 1922 en Magdeburg. Sus padres Herman y Bala Beitner, originarios de Zagłębie, se instalaron allí poco después de contraer matrimonio. Cuando Eni cumplió los dos años se trasladaron a Katowice. Su hermano mayor Natan nació en Magdeburgo en 1921, mientras sus hermanas pequeñas lo harían años más tarde en Katowice.
Herman y Bala Beitner no eran particularmente religiosos, aunque ambos procedieran de tradicionales hogares judíos. Eni recuerda que eran personas bastante sencillas, nadie en la familia tenía estudios superiores, casi no había libros en la casa. Su padre trabajaba como administrador de bienes raíces y su madre era ama de casa. Eni admite que no era una buena estudiante en la escuela, incluso repitió curso alguna vez, no prestaba atención a sus estudios, tenía dificultades con las matemáticas y las ciencias. Su hermano Natan era lo opuesto a ella en este sentido.
La mayor parte de la familia apoyaba los postulados sionistas, incluso el padre de Eni era el tesorero local de la Organización Sionista General. Ambos, el padre y la madre de Eni, se plantearon en alguna ocasión emigrar a Palestina, pero era imposible, no podían permitírselo. Eni, por su parte, pertenecía a la organización juvenil sionista Akiba.
Un día antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, toda la familia intentó escapar hacia el este, pero a los pocos días tuvieron que regresar. En el camino de vuelta se quedaron con unos parientes en Sosnowiec. Pronto, sin embargo, Eni y Natan decidieron ir de nuevo hacia el este, a la parte de Polonia ocupada por los soviéticos. El padre también decidió huir. La madre y sus hijas menores se quedaron en Sosnowiec. Después de una breve estadía en Leópolis, Eni se trasladó a Vilnius, donde vivió durante una temporada en un kibbutz gestionado por una organización sionista. En aquel momento su principal objetivo era conseguir entrar ilegalmente en Palestina como fuera. Su padre y su hermano se habían quedado en Leópolis. En 1940 Natán se suicida. Eni recibirá la noticia tiempo después y decidirá regresar a Leópolis con su padre.
Sin embargo, después de que el Tercer Reich declarará la guerra a la URSS, las tropas alemanas entrarán en Leópolis, produciéndose una serie de matanzas masivas contra la población judía. El padre de Eni, Herman Beitner, será una de las víctimas. Por su parte, Eni logrará escapar de la prisión de Leópolis en la que se encontraba, trasladándose a Sosnowiec para reencontrarse con su madre y hermanas. Desde allí, en 1942, será deportada a un campo de trabajos forzados en Oberaltstadt, donde será empleada en una fábrica de hilos. En 1943, su madre y sus hermanas menores serán enviadas al mismo campo. Las cuatro sobrevivieron, pero la mayoría de sus familiares que se habían quedado en el gueto de Będzin-Sosnowiec en Środula serán transportados al campo de Auschwitz-Birkenau y asesinados.
Después de la guerra, Eni, junto con su madre y sus hermanas, permanecerán como refugiadas en campos de desplazados en Austria y Alemania. Allí, Eni conocerá a su futuro marido, el escritor Stanisław Wygodzki. Su madre y sus hermanas se marcharán de Alemania a Palestina, mientras que Eni se quedará. Por amor a su esposo renunciará a sus sueños de vivir en Palestina y regresará con él a Polonia. Se establecerán en Varsovia, allí, en la década de 1950, nacerán sus dos hijos: Adam y Ewa. La familia partirá hacia Israel en 1968 como resultado de la campaña antisemita lanzada por las autoridades comunistas.
Sin embargo, los hijos de Eni no encontrarán su lugar en Israel y emigrarán de nuevo a Europa al hacerse mayores. Stanisław Wygodzki morirá en 1992. Tras su muerte, Eni vivirá unos años más en Israel, pero luego decidirá regresar a Europa para estar más cerca de sus hijos y nietos. Después de quedarse una temporada con su hija en Francia, decidirá regresar a Polonia, a Varsovia. Como ella misma dijo, no sentía ningún tipo de vínculo con Israel, Polonia o Francia.